domingo, 6 de septiembre de 2015

Desde los padres fundadores frikis hasta llegar a los hijos gamer.

En mi primera entrada quiero hacer una reflexión y análisis de la situación del mundillo de los videojuegos a lo largo de los últimos 25 años en España.

 Hoy en día es bien sabido que los primeros puestos en las listas de los juegos más vendidos las ocupan de forma recurrente Call of Duty, Battlefield, FIFA... como juegos "fijos" y luego hay oscilaciones puntuales cuando hay algún lanzamiento como alguna nueva entrega de la saga Batman Arkham, Metal Gear Solid, Final Fantasy...

Las listas de los juegos más vendidos en España tienen lógica y detallaré por qué: los primeros en jugar a videojuegos eramos una minoría, eramos los que en los 80 y 90 se nos consideraban los frikis de la clase porqué teníamos una consola de videojuegos y preferíamos más irnos a casa a jugar a nuestra última adquisición en lugar de juntarnos a los otros niños que adoraban el fútbol por influencia de sus padres, las motos por influencia de amigos más mayores y/o hermanos y/o primos, los abusones (canis en su mayoría) que marginaban a los "frikis" por verlos diferentes. 

A partir de principios de los 2000 los videojuegos fueron ganando algo de popularidad. Principalmente jugabamos los de siempre, pero los juegos de fútbol con gráficos de la generación de 32 y 128 bits empezaron a llamar la atención de un público más general. También sucedió con los juegos de coches y formula 1, especialmente cuando gracias a Fernando Alonso España empezó a tener mayor peso en el mundo del motor. En el tenis sucedió con Nadal. Eso desembocó a que los fans de los deportes vieran en los videojuegos una forma de vivir su afición algo distinta a la habitual de sentarse frente a la tele.

Eso se fue extendiendo además a la aparición de los cibers, donde los chavales jugaban en clanes de Counter Strike y otros shooters en primera persona, como el primer Battlefield. 

Y fue justo en ese punto de inicio en el que este tipo de juegos generaron en rutina, en seguir jugando año tras año al nuevo juego de los géneros que popularizaron los videojuegos.

Eso así mismo explica el porqué en los 90 los J-RPG como Final Fantasy VII el cual tomaré como ejemplo durante este párrafo, y otros juegos minoritarios se consideraron que tuvieron unas buenas ventas en su momento, porque dentro del volumen de usuarios de consolas había un sector de jugadores en una muy notable cantidad dentro del total de poseedores de una consola que jugaban a esos juegos. En números hipotéticos para ejemplificarlo imaginaremos que si se vendían 100 consolas probablemente 70 usuarios tuvieran o conocieran el Final Fantasy VII, lo cual era una muy buena estadística respecto al total de poseedores de una consola. Hoy en día más y más gente posee una consola y el volumen de juegos que antes eran joyas hoy en día se han convertido en un mercado minoritario y los que representan un volumen grande de ventas respecto al total son los jugadores de FIFA, COD y demás. Hablando una vez más en términos hipotéticos ahora se venderían 1000 consolas y de este total unos 700 tienen un FIFA, COD y juegos de este tipo los cuales serán denominados por los menos diplomáticos en su forma de expresarse como "casuals" y sus compradores se autodenominan "gamers".


Llevo 25 años jugando a videojuegos y he vivido todas las etapas, así que se puede decir que he vivido la historia de la popularización de los videojuegos en España en primera persona. Recuerdo de amigos que compraban juegos de importacion para Super Nintendo gastándose 20000 pesetas (120 euros), recuerdo como a los que nos gustaban los videojuegos se nos consideraban bichos raros y era difícil encontrar en clase a otros niños con esa afición. Por aquellos tiempos la única forma de conseguir que a los chavales les gustasen las consolas era invitándoles a tú casa a jugar, pero era difícil, ya que al no tener nada en común costaba invitarles y a ellos podría no serles cómodo aceptar por la presión social de no juntarse con el que le gustaba algo diferente.

Se puede decir que los videojuegos han pasado de ser el símbolo de la introversión, del aislamiento y de la barrera que podría separar a los aficionados a este hobby de otros niños a convertirse en una poderosa herramienta de integración social en la que por ejemplo cuando vas a una cena informal con amigos de amigos a los cuales no conoces muy bien y no sabes de que hablar con ellos el sacar el tema de conversación de Call of duty puede dar pie a que intercambies ID y juegues con gente a la que hayas conocido en la cena y así de forma indirecta acabas haciendo amigos o por lo menos conocidos. 

Fue la implementación de internet en las consolas lo cual abrió las puertas a la interacción entre jugadores anónimos cada uno en su casa. 

Este hábito entra también en los nostálgicos que jugábamos a Super Nintendo con colegas y hoy en 
día la añoranza de los jugadores que vivimos la época como pioneros unida a la costumbre de jugar a distancia nos lleva a buscar emuladores que permitan el juego online para esas plataformas clásicas. Somos un mercado nicho muy minoritario, pero aún existimos.

Ahora pasaremos a analizar que está sucediendo en muchos foros de internet: hay mal ambiente en general y daré mi punto de vista de las causas, porqué hay varias, como el mal rollo que traen los que antaño eran abusones en el colegio y que hace 4 días se empezaron a llamar así mismo gamers por haber descubierto el Call of duty en casa de un colega, esto además choca frontalmente contra la rábia contenida de los que fueron víctimas de esos abusos por gustarles los videojuegos y viven como una hipocresía esta moda. Dentro de este marco tenemos a los que les gustan esos géneros minoritarios como las visual novels o los dungeon J-RPG y que ven que aquí venden poco sin pararse a pensar en la lógica de que si el juego llega en inglés y en España hay poco nivel de dominio de la lengua de Shakespeare la consecuencia será que la gente no compre esos juegos o los compren rebajados. 


Hago un parentesis para contar una anécdota personal que me sucedió en un foro en el que me insultó un usuario porque dí mi opinión acerca de que considero injusto recompensar a una distribuidora que no trae los juegos traducidos de la misma forma que otra que sí los traduce y que yo los juegos que llegan en inglés nunca los compro de salida, porque al no tener el valor añadido de la traducción siento que no debo pagar ese sobrecoste que a mí parecer es injustificado. 

Mi anécdota nos lleva a otro gran problema que yo veo aquí: los salvaindustrias, los mismos que compran DLC porque "hay que apoyar a los desarrolladores", los mismos que atacan a quien no compre de salida juegos enfocados para un público minoritario "porque si no, no traen más". Mi respuesta para estos últimos es "pues si no traen más lo compro de importación USA, que para jugar en inglés me da lo mismo y los compro casi al mismo precio". 
Esto ha generado un intercambio de papeles generalizado, empezando por el cambio en la mentalidad de los jugadores clásicos de toda la vida que estabamos dispuestos a comprar cualquier juego de salida aunque estuviera en inglés o nos tocara tirar de importación de Japón y jugarlo en la lengua del país nippon los cuales ahora nos sentimos decepcionados cuando vemos que los juegos que a nosotros nos gusta no se traducen en español, pero vemos como otros juegos superventas sí se traducen y a veces incluso se doblan porqué atraen a un público mayoritario, consecuencia lógica de que representamos un volumen de ventas muy pequeño del total del mercado actual. El público mayoritario consumidor de este tipo de superventas al mismo tiempo está insatisfecho porqué la industria ha degenerado en que para tener el juego completo hay que comprarlo por fasciculos (llamados DLC de los cuales hablaré en mi próxima entrada). Este boom de usuarios de videojuegos ha desembocado en que las grandes compañías de la industria tienen más poder que nunca y eso al mismo tiempo las aleja de los consumidores, pero me reitero en que hablaré de esto en otra ocasión.

Aquí concluyo este recorrido en la historia del mundillo en estos últimos 25 años, aunque hablaré de videojuegos y de otras cosas en el futuro.

Os animo a que deis vuestro punto de vista aquí abajo en los comentarios! 

Hasta la próxima!

4 comentarios:

  1. Interesante artículo, se podrían escribir tres o cuatro entradas con las ideas que recoges en él. Me ha gustado mucho. Me parece especialmente interesante el concepto de "salvaindustrias", aunque yo estoy a medias de su parte. Yo soy de la idea que si te gusta un estudio de desarrollo y los productos que hace, hay que apoyar y reforzar a ese estudio haciendo el esfuerzo comprando su producto de salida y no esperar a encontrar el juego de segunda mano. Como digo, lo hago con estudios y desarrolladoras que me gustan especialmente (como Platinum Games o Remedy).

    Soble los DLC sólo diré tres palabras: Cáncer de Sida.

    Un saludo y felicidades por el blog, me lo apunto en mi lista de blogs a seguir.

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    1. Hay algunas desarrolladoras que me gustan y han creado buenos juegos, pero creo que hace falta un cambio de mentalidad por parte de la industria, pero que ese cambio solo puede hacerse posible si el usuario marca unos límites. No me parece ni remotamente ético que antes de lanzar el juego ya estén anunciando DLCs que podrían venir incluidos en el disco, y eso lo hacen todas.

      Con esto me vengo a referir a todos los DLCs, tanto los de pago como los de gratuitos, ya que los que son gratuitos se usan como bandera populista para poder sacar pecho y decir "mirad que buenos somos, que os regalamos DLCs", cuando el mensaje que teníamos en la generación de Play Station 2 era "aquí os vendo el juego completo, no habrá más contenido, pero con lo que hay no necesitáis más, tardaréis horas en desbloquearlo con habilidad y paciencia".

      Pero en fin, he escrito una nueva entrada acerca de los DLCs.

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    2. Muchísimas gracias por tú apoyo, por cierto. n___n

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    3. Y me gusta que hayas comentado que estás en parte a favor de apoyar a algunas desarrolladoras porque es algo con lo que no estás de acuerdo conmigo y le das sentido al título de mi blog "Nunca tendré razón" porque siempre habrá quien considere que no tengo razón o que no la tengo toda, de ahí el título, porque no espero tener la razón absoluta.

      Gracias una vez más! n_____n

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