sábado, 12 de septiembre de 2015

Porqué solo saltar en el tiempo es algo banal.

Bienvenidos seguidores de NTR!

Ya se ha comentado mucho, ha sido muy visionada pero aún así aquí os traigo una vez más las emociones desatadas en mí por una gran obra de la animación japonesa, "La chica que saltaba a través del tiempo".



Makoto Konno es la típica estudiante japonesa que un día descubre que puede saltar en el tiempo tras haber sufrido una caída y ella utilizará su habilidad para sacar provecho como lo haría cualquier chica normal: escaquearse de todo aquello que no le guste, despertarse tarde y aún así poder llegar puntual a clase, etc...

Sigo con mis costumbre de contar solo el planteamiento inicial, pues no os quiero estropear la experiencia de sentir todo lo que transmite la obra de Mamoru Hosoda.

Podría decir mil maravillas, como que la banda sonora es fantástica, la animación cumple con creces y que sobretodo la trama es espectacular, pero lo importante es que consigue crear algo grande sin caer en el cliché de "si alteras el pasado ya nos podemos despedir del futuro". La importancia no es el mundo ni el tiempo, son los protagonistas.


Ya sé que en esta ocasión he sido muy escueto en palabras, pero es que esta película es algo a lo que hay que llegar sin experiencia ni conocimiento previo, como cuando te hacen una fiesta sorpresa y te encanta.

Si la habéis visto os invito a que opinéis sobre ella aquí en los comentarios y si no la habéis visto solo os puedo decir: disfrutadla y descubrid al gran Mamoru Hosoda.

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